Que la vieira proteja tus pies
Báculo obispal, que nada tiene que ver con los del Decathlon
Encrucijada en PamplonaPEREGRINO
"Peregrino" es aquél quien emprende camino hacia Compostela, "Romero" a quien va a Roma, y "Palmero" quien va a Jerusalén.
"Peregrino" es aquél quien emprende camino hacia Compostela, "Romero" a quien va a Roma, y "Palmero" quien va a Jerusalén.
Por suerte, en el camino te encuentras con peregrinos de todas partes del mundo, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Canada, España..
VIA LACTEA
Ruta de estrellas y de cuerpos celestes difusores de un extraño resplandor, que recibió el nombre de Camino de Santiago ó Camino Jacobeo, y que llevó y sigue llevando a tantos peregrinos a probar suerte y echarse al camino buscando respuestas sobre el sentido de su propia existencia, a regenerarse o simplemente a disfrutar de la historia, la geografía, el arte, la naturaleza, la belleza del paisaje, etc, etc.
BORDÓN, BÁCULO
Antiguamente el báculo pudo ser un instrumento de orientación, que en su parte superior disponía de un círculo graduado y de anteojos, que sobre una base horizontal "tau", permitía cuadrar los cuerpos celestes y corregir los eventuales despistes del caminante por rutas desconocidas. La finalidad actual, reside, en descansar principalmente el peso de la mochila, y ayudarse en los desniveles para no sobrecargarse las rodillas.
VIEIRA, CONCHA
Según una de las leyendas, se decía que la barca del Apóstol Santiago, cuando llegó desde la lejana Palestina y fondeó en los muelles de Iria Flavia, venía con el casco y el estrave acribillados de conchuelas incrustadas en ellos.
Actualmente, hay quien la lleva a modo de amuleto y también puede ser una forma de identificar otros peregrinos.
ENCRUCIJADAS, LABERINTOS
Los laberintos tienen como finalidad la defensa mágica de un tesoro, de una significación. El Camino de Santiago como también la existencia humana te enfrenta en ocasiones a pruebas, dudas, a elegir caminos, para avanzar a tu propio centro. Recorre el laberinto que está en el camino y dentro de ti, saldrás fortalecido.
¡ULTREYA!
Era el grito que lanzaban los peregrinos medievales al avistar las torres de la catedral compostelana. Significa también "ir más allá". No bastaba con la ruta recorrida, con lo ganado a pulso y a golpe de caminata, ni con lo que al llegar cada ciudad desplegaba.
VIA LACTEA
Ruta de estrellas y de cuerpos celestes difusores de un extraño resplandor, que recibió el nombre de Camino de Santiago ó Camino Jacobeo, y que llevó y sigue llevando a tantos peregrinos a probar suerte y echarse al camino buscando respuestas sobre el sentido de su propia existencia, a regenerarse o simplemente a disfrutar de la historia, la geografía, el arte, la naturaleza, la belleza del paisaje, etc, etc.
BORDÓN, BÁCULO
Antiguamente el báculo pudo ser un instrumento de orientación, que en su parte superior disponía de un círculo graduado y de anteojos, que sobre una base horizontal "tau", permitía cuadrar los cuerpos celestes y corregir los eventuales despistes del caminante por rutas desconocidas. La finalidad actual, reside, en descansar principalmente el peso de la mochila, y ayudarse en los desniveles para no sobrecargarse las rodillas.
VIEIRA, CONCHA
Según una de las leyendas, se decía que la barca del Apóstol Santiago, cuando llegó desde la lejana Palestina y fondeó en los muelles de Iria Flavia, venía con el casco y el estrave acribillados de conchuelas incrustadas en ellos.
Actualmente, hay quien la lleva a modo de amuleto y también puede ser una forma de identificar otros peregrinos.
ENCRUCIJADAS, LABERINTOS
Los laberintos tienen como finalidad la defensa mágica de un tesoro, de una significación. El Camino de Santiago como también la existencia humana te enfrenta en ocasiones a pruebas, dudas, a elegir caminos, para avanzar a tu propio centro. Recorre el laberinto que está en el camino y dentro de ti, saldrás fortalecido.
¡ULTREYA!
Era el grito que lanzaban los peregrinos medievales al avistar las torres de la catedral compostelana. Significa también "ir más allá". No bastaba con la ruta recorrida, con lo ganado a pulso y a golpe de caminata, ni con lo que al llegar cada ciudad desplegaba.
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